El 29 de noviembre de 2018, luego de un breve interinato, Lionel Scaloni fue ratificado como el director técnico definitivo de la selección argentina por el presidente de AFA, Claudio Tapia, quien lo confirmó en el mando de la mayor hasta la Copa América 2019, con una opción de extensión de contrato hacia la Copa América 2020 de conseguir buenos resultados en la edición 2019.
Comenzaba así la era Scaloni, dando alguno golpes de timón y dejando afuera a aquellos con mayor trayectoria en el seleccionado nacional, tales como Ángel Di María, Éver Banega, Gonzalo Higuaín, o Sergio Agüero, a quienes quitaba protagonismo en relación a otros que comenzarían a figurar, entre ellos principalmente el delantero Lautaro Martínez.
Un momento trascendente de ese nuevo proyecto se vivió en Junio de 2019, en el Estadio Bicentenario, cuando la albiceleste jugaba su ultimo partido de preparación antes de la Copa América de ese año. A pesar de jugar contra una selección emergente en el futbol internacional, fue clave ver el desplante de esa nueva propuesta argentina a estadio lleno, sobre todo considerando lo que ocurriría solo meses después cuando la pandemia mundial terminaría con la presencia de público en forma indefinida.
Esa ocasión fue una fiesta para los sanjuaninos especialmente, reactivando el comercio ambulante en una deteriorada economía a nivel país y dando la posibilidad a la hinchada de ver figuras del talle de Lionel Messi.
Goleó, como se esperaba ante Nicaragua por 5 a 1, cinco goles que centraron atención principalmente en la estrella de la noche, Lionel Messi, con dos goles al primer tiempo, pero también en otra figura que comenzaba a tomar importancia con las alas que le daba Scaloni: el delantero del Inter de Milan, Lautaro Martinez, con otro par de anotaciones al complemento. El quinto tanto fue del tucumano del fútbol inglés, Roberto Pereyra.
Una fiesta sanjuanina que evoca el comienzo de un ciclo que hoy se corona con el máximo campeonato continental de selecciones y además genera nostalgias de lo que es vivir de los espacios deportivos no solo con sus jugadores en cancha, sino con toda la gente alentando en las gradas.